Capítulo 19






El texto que vamos a analizar es un poema del poeta sevillano Antonio Machado. Machado cultivó
la poesía simbolista de Fin de Siglo. El Fin de Siglo estuvo marcado por una crisis ideológica
que sacudió España. La caída definitiva del Imperio Español provocó un hastío y un desencanto
generalizados, en una España que se plegaba sobre sí misma buscando su esencia y el origen de sus
problemas. Antonio Machado supone la vuelta a Bécquer definitivamente, el intimismo que impregna sus composiciones y el empleo que hace del paisaje como punto de proyección de su interior. En Campos de Castilla.
La voz poética pasea por Baeza y siente la pérdida de Leonor.
Antonio Machado, pasea tras la muralla moruna de Baeza, observa las murallas, el río, las huertas y los olivares, los montes, las vides, la luna y el viento, los caminos y todo se impregna de la melancolía de Machado que ya no puede pasear con ella (inferimos que ella se refiere a Leonor)
La estructura sintetizante o inductiva, pues de cada una de las pinceladas del paisaje, llegamos a la idea central, la soledad en el pasear.
Versos polimétricos, de siete y once sílabas, con predomino de la rima consonante.
Predomina la oración simple y, en las últimas estrofas, aparecen las oraciones coordiandas y las yuxtapuestas, lo que favorece la intensidad y la suma de impresiones, como un flash. Pese al tono melancólico, esta sintaxis imprime agilidad a los versos.
Abundan los sustantivos comunes (río, montaña, caminitos, vides...) y solo un nombre propio Baeza, para situarnos en el lugar del paseo (deixis espacial). Con el sustantivo noviembre, la voz poética nos ofrece la deixis temporal. Noviembre, mes otoñal, mes de melancolía y pérdida de la vida. Junto al sustantivo, el adjetivo, así ciudad moruna, tarde silenciosa, murallas viejas, sombrías huertas, alegres campos...
Por lo tanto nos encontramos ante una topografía, descripción de un paisaje.
Predomina la función poética, pues hay un deseo de embellecer el lenguaje y la función referencial, pues se expresan los sentimientos de Machado, su subjetividad.
La metáfora es la figura más representativa, pues cada unos de los elementos son símbolos de un estado anímico, pero junto a ella, la personificación es una constante, pues el alma del poeta, su estado anímico, se vuelca en la naturaleza, los montes duermen, el río va corriendo, el viento sacude, la niebla descansa. Hay un oxímoron en sombrías huertas y alegres campos.
Por todo la analizado, se trata de un texto plenamente subjetivo, donde Machado usa un lenguaje connotativo; añadimos a lo ya analizado el uso de una oración exclamativa ¡Ay, ya no puedo caminar con ella!, tonemas de suspensión (Caminos de los campos...) o el uso del diminutivo (caminitos) para potenciar estas marcas de subjetividad.
El texto presenta unidad de sentido y está bien organizado. Hay un correcto uso de los elementos lingüísticos, por lo que está cohesionado. El registro formal, la intención poética de todo el texto y el uso de un mismo campo semántico, el de la naturaleza cooperan para cohesionar Camino.
El estilo de Machado está limpio de retórica, de elementos estilísticos recargados; se trata de una poesía sencilla, sin simplezas. Sus versos son una adaptación de Bécquer a la Modernidad y al Simbolismo. Por lo general, su poesía admite dos lecturas, una más literal y otra simbólica. 



Y de hace dos semanas, Al olmo viejo.




1. Localización

El texto que vamos a analizar es un poema del poeta sevillano Antonio Machado. Machado cultivó la poesía simbolista de Fin de Siglo, sin embargo, la crítica tradicional no lo catalogó como modernista sino de noventayochista. Machado supone la vuelta definitiva a Bécquer, su poesía está cargada de intimismo y el paisaje es una proyección de su interior. Su poesía es sencilla, sin simplezas, limpia de retórica y de elementos recargados.

2. Plano de contenido

Sentimiento de esperanza del poeta en la vida.

El olmo seco descrito por Machado y el nuevo florecimiento del árbol son una proyección del deseo del poeta de reconstruir su vida y renacer, como ocurre en los ciclos de la naturaleza.

La estructura de los versos es inductiva, pues todo el poema es una preparación para el final, la esperanza, después de haber pasado por la visión del olmo seco que muestra signos de curación, su descripción y circunstancias, la reiteración de la recuperación del olmo antes de su muerte definitiva y, por último, la voz poética expresa su deseo por que le ocurra un milagro igual que el del olmo. 

3. Plano de la forma

Los 30 versos combinan el endecasílabo y el heptasílabo, con rima consonante distribuida según la voluntad del poeta. El verso 24 queda sin rima.

De sintaxis variada, la voz poética pasa de la oración simple a la compuesta pero siempre dando agilidad al verso. Se multiplican los signos de puntuación para permitir, de manera impresionista, ir avanzando en la enumeración de elementos de la descripción.

Predominan los adjetivos, el olmo viejo y centenario, las ramas verdes, el musgo amarillento, pardos ruiseñores, la corteza blanquecina y el tronco carcomido y polvoriento. Se trata de una descripción impresionista.

La función del lenguaje que prevalece es la poética, junto con la expresiva, es decir, el texto se enfoca hacia la propia expresión del mensaje y hacia la manifestación de los sentimientos del emisor. Se han llevado a cabo una serie de procesos estéticos que lo han convertido en un mensaje poético. 

Los versos tienen un claro valor connotativo, las oraciones exclamativas y el símbolo son claros ejemplos de este valor subjetivo de la obra.

Además del símbolo que representa todo el poema y el lenguaje connotativo, podemos destacar algunas figuras como el hipérbaton en los cuatro primeros versos, la sinestesia en "álamos cantores", las repeticiones, olmo, las anáforas y paralelismos "antes que", las bimembraciones, "lluvias de abril y sol de mayo".

El texto está bien cohesionado, los temas se van uniendo progresivamente con una relación semántica que permite interpretarlos como un todo. La repetición, la recurrencia semántica y los marcadores discursivos, antes que, fomentan la integración de las distintas partes del texto en un todo y facilitan su comprensión. 

El lenguaje del texto es adecuado a la situación comunicativa, a la intención del emisor y a la tipología textual, puesto que consigue su objetivo: expresar un sentimiento de esperanza, crear un texto embellecido y transmitir las sensaciones que se propone. 

5. Conclusión

La agonía y muerte de Leonor sirve al poeta como trasunto literario de estos versos. La voz poética presupone que el lector captará el simbolismo de la obra y no interpretará literalmente los enunciados de la misma. El lector interpretará que la voz poética, en pleno proceso de duelo, se identifica con el árbol podrido y anhela superar este lance. 

Las descripciones impresionistas y el empleo del símbolo relacionan este poema con la renovación poética que tuvo lugar a comienzos del siglo XX. Igualmente, la proyección de los sentimientos sobre el paisaje es una característica de Machado. Machado recupera a Bécquer y le aporta una nueva vuelta de tuerca. 













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